lunes, 15 de marzo de 2010

UN GRAN CAMINO POR RECORRER


No puedes cambiar tu destino, simplemente escoges el camino más fácil para llegar a él, decía mi abuelo con tanta serenidad que parecía haberlo vivido en persona. Realmente dudé en la veracidad de su consejo, cuando se dispuso a darme la típica clase de lo socialmente correcto de: no drogas, no alcohol y no cigarrillos, pero si una que otra vieja.
Tome el último sorbo de agua y me levante de la mesa. ¿Realmente puedes cambiar tu destino? Cavilé: las personas siempre piensan que todo lo que sucede es porque ya está predestinado, que alguien les forja su destino y que sencillamente las cosas no pueden ser de otra manera.
Simplemente no puedo aceptar ese pensamiento. Todos tus logros, tus decepciones y tus más grandes frustraciones las fabricas día a día con total conciencia. No somos títeres para actuar de alguna forma, ni máquinas que sólo tragan dinero sin rechistar de éste. Lo que forjes en tu camino será lo que te espere, el destino lo construye cada uno con sus actos y sus decisiones.
Las personas buscan una salida fácil ante sus malas decisiones diciendo: así lo quería Dios. Buscan tapar su mediocridad hundiéndose en la mezquindad de sus actos y pensamientos. No logro terminar de comprender porque la gente no puede sencillamente aceptar su error y continuar de una mejor manera su recorrido. Sin dejar de cubrirse de mentiras para sentirse mejores personas bajo su falsedad.
El destino es un pizarrón en blanco del que todos sabemos cuál es el inevitable final: la muerte, pero no sabemos cuál será la ruta que nos llevará a afrontar de mejor o menor medida ésta. Los actos serán los que tú elijas, la salida será la que mejor te convenga, la dificultad será la que tú proliferes y la duda la resolverás como mejor se te antoje.
La vida parece ser un juego virtual. Todo lo que hagas se verá reflejado en la pantalla de la realidad y lo pagaras con tus bonos que vayas recogiendo en el transcurso de ésta. El nivel de mediocridad tú lo forjas y el nivel de juego tú lo pones para hacerlo más ameno y sin ninguna preocupación.
 La vida es un camino en el que las decisiones son importantes y complicadas en demasiados aspectos. Muchos simplemente aceptan la vida de maquinas tragamonedas y algunos  sin embargo, aceptan los obstáculos y forjan su meta día a día, sin rechistar,  poniendo ímpetu a cada cosa  y decisión que toman, sin dejar a lado la razón y la conciencia. Tratando de vencer a ese monstruo inmenso llamado: mediocridad y que en sus negras faces nos dejamos caer.



AABYE VARGAS